Construidos en el 2006 por los trabajadores del Ferrocarril Central Andino en la Factoría de Guadalupe (callao) enchapados en caoba y alfombrados; tiene los asientos en disposición pullman, es decir, orientados en la misma dirección sin mesa en el centro, permiten tener amplio grado de reclinación que garantiza un buen descanso durante el viaje. Las ventajas panorámicas a los lados y en el techo permiten una amplia vista que se vuelve magnifica desde la terraza del coche bar «Infiernillo», donde puede tomar fotos disfrutando de un Pisco Sour de cortesía.
Los coches tienen aire acondicionado, calefacción y música ambiental.
Ambos servicios ofrecen: Alimentación a bordo, bebidas, jugos, agua mineral, té, café, mate de coca, seguro de viaje, atención médica, oxigeno e información turística.
